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Es lógico mostrar el enfado donde hay confianza.

¿Verdadero o falso? FALSO

 

Origen

En la infancia, aprendimos sobre sentimientos principalmente a través de las acciones de los adultos, quienes a menudo nos castigaban, gritaban, y ridiculizaban. Algunos adultos usaban el maltrato como una forma de liberar tensiones, mostrando más respeto hacia extraños que hacia la familia. Algunos creían que los gritos e insultos eran una muestra de amor y una forma de educación. Esta dinámica llevó a la idea de que "donde hay confianza, da asco", normalizando el desahogo emocional con seres queridos.

 

Consecuencias

Expresar sentimientos negativos como la rabia o el enfado puede llevarnos a maltratar a los demás, lo que a su vez se vuelve en nuestra contra. Si nos acostumbramos a manifestar estas emociones hacia los demás, las multiplicamos, ya que lo que prestamos atención tiende a expandirse. Esto puede aumentar lo desagradable en nuestras relaciones. Además, estas expresiones emocionales pueden romper la confianza con las personas que nos rodean, lo que puede llevarlas a alejarse o cerrarse emocionalmente. Es importante cuestionar la idea de que para que alguien se comporte bien primero debemos hacerlo sentir mal. Si seguimos pensando que mostrar sentimientos desagradables es normal, es inevitable sufrir. Es fundamental revisar creencias que no nos aporten paz interior y armonía externa.

 

Consejo sabio

Expresar emociones positivas en entornos adecuados mejora relaciones sin dañar a otros. Gestionar sentimientos desagradables es crucial para el bienestar, aprendiendo cuándo y cómo liberarlos sin culpas ni agresiones. Las emociones son biológicas, los sentimientos son juicios mentales sobre la realidad. Aunque desagradables, los sentimientos son útiles para autoconocimiento y superación, pero no deben guiar las relaciones.

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