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Hay que seguir las normas que nos indican cómo ser buenos.

¿Verdadero o falso? FALSO

 

Origen

Las frases comunes de crianza, como "si te portas bien, te premio" o "si te portas mal, te castigo", transmiten la idea de que el comportamiento determina el amor y la aceptación. Esta presión para ser "bueno" refleja un patrón social arraigado en la sociedad, transmitido de generación en generación. Ser "bueno" significa seguir este modelo social, mientras que ser "malo" puede llevar a problemas y aislamiento.

 

Consecuencias

El cumplimiento de un modelo ideal es como perseguir el horizonte, imposible. No podemos satisfacer a todos en todo momento, y pretenderlo es una ilusión. La idea de que nuestro buen comportamiento controla la realidad es infantil. La moralidad es relativa y genera dudas. El "infierno" es más una condición mental que un lugar físico. Las creencias que no promueven paz y armonía deben ser cuestionadas.

 

Consejo sabio

Trascender la bondad significa ir más allá de simplemente ser amable y compasivo, hacia la búsqueda de ser genuinamente útil en la vida de los demás. En lugar de simplemente tratar de evitar que otros sufran, implica enseñarles cómo enfrentar los desafíos de la vida de manera más efectiva y constructiva. Este enfoque se basa en la premisa de que el verdadero servicio y amor consisten en capacitar a las personas para que sean capaces de manejar sus propios problemas y superar las adversidades, en lugar de simplemente intervenir para resolver sus dificultades por ellos.

Existen tres principios educativos clave que pueden ser útiles en las relaciones interpersonales y especialmente en el ámbito educativo:

Evitar que la violencia dé resultado: Esto implica no ceder ante comportamientos violentos o amenazantes, ya que hacerlo refuerza este tipo de conducta. Por ejemplo, en el caso de un hijo que amenaza con irse de casa si no se le compra un teléfono móvil, el padre o madre puede optar por mantener límites claros y firmes, mostrando amor, pero sin ceder a la manipulación.

Permitir que los demás enfrenten las consecuencias de sus acciones: Es importante que las personas aprendan de las repercusiones de sus decisiones y comportamientos. Intervenir constantemente para proteger a alguien de las consecuencias de sus acciones puede impedir su crecimiento y desarrollo personal.

Ayudar solo cuando sea necesario y apropiado: La ayuda debe ser ofrecida de manera oportuna y adecuada. Es fundamental que la persona solicite explícitamente ayuda, que no sea capaz de resolver el problema por sí misma y que la ayuda ofrecida sea pertinente y adecuada a la situación.

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